domingo, 27 de septiembre de 2015

¡TEN EL VALOR DE VALORAR!

El colegio Ofelia Uribe De Acosta se ha convertido “sin querer queriendo” en nuestro segundo hogar, un hogar al que llegamos muy temprano entre semana y nos encontramos con una familia y con personas con las que podemos interactuar y que hemos llegado a querer “sin querer queriendo”, como en todo hogar se tienen deberes y vaya que los de acá no son nada fáciles, son deberes que muchas veces requieren de trasnocho por el simple  hecho de ser buenos colombianos que casualmente dejamos todo para última hora. Es un lugar en el que estamos todos los días, casi todo el día y sería más bonito tenerlo limpio, si somos sucios con nuestro “segundo hogar” ¿Cómo seremos en nuestro hogar primario?, ¿qué se nos ha enseñado desde pequeños?, según cómo nos portemos en el colegio es equivalente a nuestro comportamiento en la casa, tenemos que hacer quedar bien a nuestros padres, es obligatorio para los estudiantes demostrar la buena cultura que se enseña en el hogar. 

Un entorno limpio es un entorno saludable, si hay salud e higiene, hay más productividad en el estudio y en todo lo que requiera de efectividad, y si hay salud mental hay salud física, y con todo esto junto se forma la ley de la espiritualidad pura que es un concepto importante para lograr el éxito, aquí encontramos la paz y la armonía externa e interna  ¿y quién no quiere vivir en la total armonía y paz?, ¿Quién recoge las basuras del colegio? ¿Quién se mata lavando los sucios baños y barriendo las empapeladas aulas?, son personas humildes, trabajadoras y honestas que solo quieren  un futuro mejor para sus hijos, tenemos que ser conscientes que hay personas trabajando,  recogiendo el paquete  de “chetos” que  botaste al piso, por tu pereza o desobediencia,  que estas personas (si, las aseadoras), deben trabajar 8 horas diarias para poder llevar un paquete de “chetos” igual a su casa, ¿Qué pasaría si esta persona sacrificada fuera tu mamá o tu papá?, no te daría remordimiento.


Deberíamos tomar conciencia que aunque “sin querer queriendo estamos en esta institución”, debemos mantenerla aseada, así como mantenemos nuestra casa y aunque haya personas encargadas del aseo, un buen gesto, es aliviar un poco su dura labor, cada papelito, paquete o residuo debe ir en el lugar indicado, la caneca y no esperemos a que los demás hagan lo que nosotros por cultura lo podemos lograr. Aprovechemos los recursos que sin que nos cueste están a nuestra disposición. 

By: Valentina Reyes, Cristian Ardila y Andrea Díaz. 10-02